Impacto en la desinformación y polarización social en los procesos electorales

 

Imagen recuperada de https://lga.lagranaldea.com/2023/06/20/el-populismo-asedia-desde-la-izquierda-y-la-derecha/

El así definido entorno virtual ha permitido que las redes sociales se vuelvan tan viscerales que se les considera como el nuevo 'panem et circenses', frase referida a una distracción para mantener tranquila a la población u ocultar hechos controvertidos, donde los partidos políticos tienen la capacidad de llegar rápidamente a millones de personas. Dicha característica ha permeado también el proceso electivo en países como España y Perú, donde el caudal de información y desinformación es abrumador. En época electoral, los partidos políticos explotan la opinión pública en redes sociales para ofrecer respuestas superficiales a las problemáticas actuales, proyectando una imagen manipulada que busca ganar más votos en beneficio propio. Esta red de opiniones se ha convertido en un nuevo frente de batalla donde las campañas luchan por obtener el apoyo del electorado utilizando contenidos orquestados. En campañas sociales complejas, los problemas se fuerzan y se diseñan con brevedad para maximizar un nivel de apoyo, pero, de hecho, esas promesas no consideran ninguna respuesta práctica.

Ante esto, el spot electoral se ha convertido en una de las estrategias más empleadas en la actualidad por parte de los candidatos en las elecciones a manera de atraer la atención del votante, esta estrategia pese a parecer novedosa tiene mayor recorrido del que se suele considerar; puesto que, es la adecuación de un pilar comercial del siglo pasado, “el spot publicitario”. Esta resultó ser herramienta clave en la difusión del contenido en los medios de comunicación por su gran adaptabilidad reflejada en el entonces nuevo mundo comunicativo, demostrando un impecable desenvolvimiento en los medios, iniciando con el periódico y culminando con los anuncios televisivos. Por consiguiente, el concepto de spot electoral cobra mayor sentido por la relación directa que entabla con su audiencia al promocionarse como el líder político que cumpla con los ideales planteados por la opinión pública, así lo afirman Chresky y Annunziata (2012, citado en Lozano, M. A. 2021), generando una visión más allegada al receptor, dejando de lado su personalización política para adoptar la presentación de un hombre común, capaz de intercambiar interacciones cotidianas continuamente (Annunziata, 2011, citado en Lozano, M. A, 2021). Un claro ejemplo de lo expuesto se dio en 1990, en la campaña de Alberto Fujimori, expresidente del Perú, por postular una serie de propuestas antagónicas a las de su contrincante, Mario Vargas Llosa, quien apostaba por una serie de reformas económicas y amplias privatizaciones a manera de una economía sumida en una crisis heredada, asumiendo una proyección más populista. En suma, el nuevo brote de representatividad fundada en la cercanía, supone un problema visible en América Latina por su rápida pérdida de la esencia partidaria tradicional.

De igual manera, las redes sociales juegan actualmente un papel fundamental en las campañas electorales, y esta influencia se intensificó en 2020 con la pandemia mundial provocada por el virus SARS-CoV-2. En el caso de Perú, durante las elecciones presidenciales de 2021, Schäfer (2021, citado en Montúfar et al., 2022) señala que los actores políticos en redes sociales tienden a emplear estrategias simples, basadas en la selección de información y un modelo de prueba y error, en lugar de desarrollar tácticas de comunicación complejas. Según Montúfar et al. (2022), también existe una gran brecha entre los seguidores en redes sociales de los partidos y los seguidores del candidato, lo cual sugiere un desarraigo hacia los partidos e ideologías, predominando más bien la simpatía o antipatía hacia el candidato. Durante la segunda vuelta de las elecciones de 2021 en Perú, Twitter (ahora X) se convirtió en un espacio altamente polarizado, con comentarios mayormente positivos o negativos, y pocos neutrales. La polarización emocional aumentó conforme se acercaba la fecha de votación, lo que contribuiría a la desconfianza y división durante el gobierno posterior (Ponte, 2022). Por otro lado, en España, durante las elecciones generales de Madrid de 2021, menos del 20% de las publicaciones en Twitter e Instagram se centraron en los programas electorales, sin embargo, hubo diferencias entre los partidos: el Partido Popular (PP) y su candidata apenas mencionaron sus propuestas, mientras que Más Madrid (MM) y Mónica García dedicaron al menos un 10% de sus publicaciones a difundir puntos de su programa (Díaz y Barbera, 2024). Estos casos reflejan que, tanto en Perú como en España, la comunicación política en redes sociales tiende a enfocarse más en la imagen del candidato, en lugar del debate de propuestas e ideologías partidarias, esto plantea cuestionamientos sobre la calidad y el impacto de las campañas en la percepción pública.

Otro aspecto, las redes sociales se han convertido en una herramienta poderosa e influyente para los partidos políticos, no solo por su alcance masivo, sino también por su capacidad de generar respuestas inmediatas y emocionales. Asimismo, durante las campañas electorales, la presión por captar la atención por parte de los candidatos y movilizar votos son intensa; por lo que, las plataformas como X, Facebook, Instagram y TikTok, aplicación que ha ganado bastante popularidad en los últimos años, permiten a los partidos políticos difundir mensajes de manera rápida y directa, sin los filtros de los medios tradicionales, donde estos candidatos utilizan a su favor las quejas de la población, que son ampliamente expuestas en las redes sociales, las cuales recogen esta información para utilizarla a su favor y darles una solución de manera superficial, sin explicaciones detalladas o argumentos, pues solamente dirán lo que saben que va a satisfacer a la sociedad y así ellos les brinden su apoyo. Esto beneficia la creación de contenido fácilmente digerible, que apela a las emociones más que a la razón y en lugar de presentar soluciones complejas y bien fundamentadas a los problemas sociales, los partidos políticos optan por mensajes que se ajustan a las expectativas inmediatas de los votantes, utilizando eslóganes, promesas vagas o propuestas simplificadas. Un ejemplo de ello, se dio en la candidatura a la presidencia del 2011 de Ollanta Humala, en donde el candidato prometió bajar el gas al costo de 12 soles, una promesa que nunca pudo ser concretada pero que sí atrajo a muchos simpatizantes. Así, es como se evidencia que estas respuestas de los candidatos son publicadas con pequeños videos, y la población tiende a solo quedarse con estos extractos de soluciones y basan esas respuestas a justificar su voto. En este contexto, el uso de las redes sociales se convierte en un mecanismo de manipulación emocional, en lugar de un foro para el debate y la reflexión profunda sobre las problemáticas sociales.

En resumen, el auge de las redes sociales ha redefinido las dinámicas de las campañas electorales en países como Perú y España, donde la información rápida y simplificada suele priorizarse sobre un análisis profundo de las problemáticas sociales. Este contexto ha permitido que los partidos políticos utilicen estrategias de comunicación que apelan a las emociones, contribuyendo a una polarización que obstaculiza el debate público constructivo. En lugar de fomentar una discusión fundamentada, las campañas se enfocan en la imagen del candidato, dejando en segundo plano las ideologías y propuestas programáticas, y afectando así la capacidad de los votantes para tomar decisiones informadas (Díaz & Barbera, 2024; Montúfar-Calle, Atarama-Rojas & Saavedra-Chau, 2022). La desinformación se ha convertido en un arma poderosa para moldear percepciones y exacerbar divisiones, como se observa en el alto grado de polarización que caracteriza las interacciones en plataformas como Twitter y Facebook (Ponte, 2022).

Además, los estudios de Castells (2021) y Sunstein (2018) refuerzan el impacto de las redes sociales en la fragmentación social. Castells observa que las redes potencian tanto la difusión de información como de desinformación, favoreciendo campañas que movilizan emociones más que propuestas concretas, lo que resalta la necesidad de alfabetización digital para mejorar la participación ciudadana. Sunstein, por su parte, analiza cómo estas plataformas crean "cámaras de eco" que amplifican opiniones polarizadas y limitan el diálogo plural, afectando la cohesión democrática.

Para enfrentar este problema, es necesario implementar medidas que promuevan la educación mediática, dotando a los ciudadanos de herramientas para identificar la desinformación y fomentar el análisis crítico de los mensajes electorales. Además, un marco regulatorio más claro, que sancione la divulgación de información falsa y promueva la transparencia en las campañas, podría ayudar a reducir el impacto negativo de estas estrategias manipuladoras. Finalmente, es fundamental alentar a los candidatos a participar en debates públicos sustantivos, lo cual permitiría a los votantes conocer en profundidad las propuestas y soluciones planteadas, contribuyendo así a una democracia más sólida y menos vulnerable a la manipulación emocional.

Referencias

Castells, M. (2021). La sociedad red: una visión global. Alianza Editorial.

Díaz, G. y Barberá, R. (2024). Personalización política en redes sociales: uso de Twitter e Instagram en la campaña electoral de 2021 en la Comunidad de Madrid. Palabra Clave, Vol. 27 , Núm. 2. https://doi.org/10.5294/pacla.2024.27.2.9

Enriquez, M. y Gómez, J. (2020).  Narrativas transmedia y proximidad política en la campaña electoral de Jorge Yunda Machado, Alcaldía de Quito 2019. Fonseca, Journal of Communication, (22). Ediciones Universidad de Salamanca. https://doi.org/10.14201/fjc-v22-22699

Ellos fueron los primeros: Historias de la Publicidad y los primeros anuncios en los medios. (24 de febrero de 2023). Redacción. PuroMarketing. https://www.puromarketing.com/18/211521/ellos-fueron-primeros-historias-publicidad-primeros-anuncios-medios

López, L. (s.f.). Las consecuencias de la desinformación en los contextos electorales. Universidad Complutense de Madrid.  https://www.ucm.es/icca/las-consecuencias-de-la-desinformacion-en

Lozano, M. A. (2021). Spot electoral: estrategia de visualización de candidatos en las campañas políticas. Reflexión Política, vol. 23, núm. 47, pp. 98-115. Universidad Autónoma de Bucaramanga.                                                      https://www.redalyc.org/journal/110/11070663007/html/

Montúfar-Calle, A., Atarama-Rojas, T., y Saavedra-Chau, G. (2022). Análisis de la actividad política en redes sociales durante la primera vuelta electoral de las elecciones generales 2021 en Perú. Revista De Comunicación, vol. 21, núm.1, pp. 273–292. https://doi.org/10.26441/RC21.1-2022-A14

Olmo, J. (12 de septiembre de 2024). Alberto Fujimori: 6 momentos que marcaron la presidencia de Alberto Fujimori y la historia reciente de Perú. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/articles/cd6y6yxg1xdo

Ponte, J. (2022). La campaña peruana en Twitter. Análisis de la polarización afectiva durante la segunda vuelta de las elecciones generales de 2021. Cuadernos. Info, Núm. 53, pp. 138–161. https://doi.org/10.7764/cdi.53.49539

 Sobrado, L. A. (s.f.). La desinformación en los procesos electorales: ¿Respuesta punitivista o empoderamiento ciudadano?. Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México. https://archivos.juridicas.unam.mx/www/site//index/-3935.pdf


4 comentarios:

  1. Es fascinante cómo las redes sociales han transformado las dinámicas de las campañas electorales

    ResponderEliminar
  2. Esta es la realidad de nuestro país hoy en día

    ResponderEliminar
  3. Ojalá todos pudieran darse el tiempo de analizar este problema

    ResponderEliminar